martes, 10 de enero de 2012

Todos los soles

Todos los soles, al amanecer, siguen un poco dormidos, aletargados, indolentes se mofan del fuego del día que les espera; del rostro de los hombres, de la muerte y de la guerra. 
 Todos los soles, al amanecer, son como niños grandes, que se burlan del tiempo.

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